viernes, 6 de julio de 2012

AGRADECIMIENTO

… En algún lugar de alguna galaxia remota…


… Porque los dibujitos también tenemos nuestro corazoncito…
(aunque, a veces, también tengamos que disimularlo)
… Porque los dibujitos también creemos en el Humor…
(aunque sabemos que el Humor no siempre tiene que ser comprendido y/o compartido)
… Porque los dibujitos tampoco somos ajenos a cuanto acontece a nuestro alrededor…
(aunque, a veces, también podemos soñar como cualquiera)
… Porque los dibujitos también somos como somos… con nuestras virtudes y nuestros defectos… nuestras fortalezas y nuestras debilidades… nuestros aciertos y nuestros errores… nuestras inseguridades y nuestros miedos… con nuestras aspiraciones y nuestras frustraciones…
(incluso, a veces, hasta apostamos, también, por cambiar cada día)
..........
Por todo ello, los dibujitos agradecemos y celebramos esta atención y este regalo…
Un regalo que deseamos compartir con todos nuestros congéneres, ya sean similares o diferentes… 
(incluidos, como no, nuestros apreciados humanoides :)

Flin y Fido  de  Flin en la libretita
SúperBES y Pato de  Clones en 3D

miércoles, 7 de marzo de 2012

CREATIVIDAD

Hace unos días celebramos, en familia, el 4º cumpleaños de Julia, la mayor de mis sobrinas nietas…

Al poco rato de llegar a su casa, mientras aún procedíamos a los saludos, comentarios y preguntas de rigor, mi sobrina se me acercó y me dijo que tenía un regalo para mí… Un tanto sorprendido y expectante, la observé mientras rebuscaba en su mesita multiuso (donde, de forma “ordenada”, amontonaba cuentos, juguetes y demás cachivaches de difícil clasificación)…

Por fin, se volvió hacia mí, mostrándome, orgullosa, una pequeña hoja de libreta, cuidadosamente doblada y plegada… -Es un dibujo que he hecho para ti-, me aclaró… Desdoblando aquella pequeña hoja, pude contemplar aquel delicioso y entrañable dibujo que representaba un personaje saltando con evidentes muestras de alegría y satisfacción… Con la debida prudencia y alguna que otra duda (o muchas), le pregunté de quien se trataba… -Tito, ¡es Dora!-, me contestó… Aunque traté de ocultar mi total ignorancia sobre la tal Dora, ella debió notar algo, porque inmediatamente, y con absoluta paciencia, comenzó a explicarme de quien se trataba (la niña protagonista de unos dibujos que le gustaban mucho)

Cuando acabó sus explicaciones, tras elogiar su dibujo y agradecerle el regalo, le dije que lo iba a guardar como recuerdo… Ella me miró (creo que un tanto sorprendida y sospecho que algo incrédula), y me contestó, -vale, tito-… y nos dimos un beso…

Supongo que Julia nunca me volverá a preguntar por su dibujo, y aún menos si cumplí mi palabra de guardarlo… Es más, acostumbrada (por su corta edad), a hacer todo tipo de dibujos, y a compartirlos de forma gratuita y altruista (como una necesidad propia de expresarse y regalarse, sin esperar, todavía, una determinada respuesta ajena), lo más probable es que se olvidara de cuanto hablamos, al poco tiempo de haberlo hecho…


A pesar de ello, y sin ninguna obligación especial por mi parte, he decidido cumplir, en este caso, mi palabra dada… Y qué mejor sitio para hacerlo que este curioso cajón sin fondo y virtual, donde (además de guardar), los recuerdos propios son fáciles de entremezclar y confundir con los recuerdos ajenos, para ir conformando parte de una memoria más colectiva…

Mientras realizo los pequeños preparativos para adecuar el dibujo a este medio, no he podido dejar de pensar en la facilidad, predisposición y entusiasmo que todos los críos pequeños tienen (y hemos tenido) a la hora de expresarse a través de cualquier forma y medio que tengan a su alcance… Igualmente, no puedo dejar de pensar que, con el paso de los años, esta predisposición se va reduciendo drástica y aceleradamente, hasta el punto de poder afirmarse (sin riesgo a equivocarnos en exceso), que sólo una minoría de adultos mantienen, mínimamente, semejante entusiasmo…

No dejo de pensar en que a un crío pequeño, sus padres han de “vigilarlo”, si no desean ver las paredes de sus casas convertidas en prolíficas pinacotecas, atiborradas de obras artísticas… Mientras que un adulto sometido a la “insoportable presión” de garabatear un papel en blanco, suele ser presa del pánico, los temblores y los sudores fríos que caracterizan cualquier situación agónica (en algunos casos, hasta puede que se les afloje alguna barrera evacuatoria)

Por ello, no puedo dejar de pensar que “algo” raro y extraño debe suceder durante el proceso educativo y socializador que todos (de una u otra manera), nos vemos obligados a transitar, en pos de nuestra “ansiada y celebrada” condición de adultos… Algo raro que convierte nuestro posible entusiasmo en probable inhibición y miedo… Algo extraño que convierte nuestra indudable y generalizada capacidad de expresión, en la incierta y exclusiva posesión de un don, al alcance de muy pocos… Algo raro y extraño que convierte nuestros deseos de gratuidad y nuestra necesidad de compartirnos, en valores a juzgar desde su rentabilización y su consideración como éxitos o fracasos…


Hace no mucho, una amiga me preguntó qué era, para mí, la Creatividad (así, con mayúscula)… Le contesté que, con mayúscula, quizás no sabría definirla exactamente… Lo que sí creo tener claro es que la creatividad (sin mayúscula alguna que la cuantifique ni la cualifique), no es más que el resultado de una decisión y una opción: no renunciar a nuestras múltiples capacidades de expresión e imaginación… no renunciar al aprendizaje y el enriquecimiento (propio y ajeno) que nos proporciona el ejercicio de dichas capacidades… no renunciar al entusiasmo, la motivación, la satisfacción y hasta la diversión que estas capacidades nos ofrecen y posibilitan…

Esta es la creatividad que a mí, personalmente, más me interesa… La otra, la que va con mayúscula, seguro que también existe y tiene su más que indudable importancia… Pero igual esa Creatividad (cualificada, cuantificada y minoritaria) es sólo una posible consecuencia lógica de esta otra creatividad que siempre estuvo y seguirá estando al alcance y disponibilidad de todos…


Casualmente, en aquella celebración familiar y cumpleañera también estaba Reyes…
(lo de “casualmente” es un decir, porque Reyes es tío abuelo de Julia y cuñado mío, che... :)

jueves, 16 de febrero de 2012

CONOCERSE Y CONOCER

…Nunca llegué a conocerme a mí mismo… ! ni tan siquiera de lejos !…

Durante mi adolescencia, cuando me preguntaba quién era yo, me contestaba que “tenía toda la vida por delante para averiguarlo”… así que ! para qué las prisas !.

Entre los 15 y los 30 años, quizás fuera el período de mi vida en el que, con más ahínco, intenté conocerme a mí mismo… Reconozco que no fue sólo mérito mío…

Coincidieron aquellos años con unos más que significativos momentos históricos en mi país: los últimos años de una larguísima dictadura de 40 años, un período de transición a una democracia soñada, y hasta una lógica decepción de muchos sueños esbozados… Fue por tanto, aquella época, un ambiente apropiado para un clima colectivo de búsqueda de identidades robadas, perdidas u olvidadas, tanto individual como colectivamente…
Y como yo era un bicho un tanto inquieto, fui incorporándome a muchos de aquellos esfuerzos por conocerse y reconocerse, por buscar identidades, abrir puertas, rehacer caminos… Y en ese encuentro de búsquedas colectivas, como en un proceso simbiótico con los demás, no quedaron resquicios de mi vida que no fueran puestos al descubierto, revisados, analizados, compartidos…

Fueron, por tanto, 15 años intensos, apasionantes… A finales de aquel período de mi vida, había conseguido desmantelar, prácticamente, todo lo recibido y heredado a través de mi educación, de mis costumbres, de mis códigos morales, de mis tradiciones, de mi familia… A cambio, atesoraba, en una mano, una gran riqueza de experiencias variadas y diversas, en la otra, una gran riqueza de sueños, utopías y proyectos que se desvanecían en una realidad que, a pasos acelerados, recuperaba su cuerda y aburrida normalidad…. La conclusión era fácil de prever: a los treinta años, me conocía tan bien como a los quince.

 
Dispuesto a replantearme los asuntos complejos y delicados de nuestra existencia, llegué a la conclusión de que era el momento de cambiar de estrategia… quizás tanta apertura no era el camino más adecuado par conocerse a uno mismo. Decidí, por tanto, restringir drásticamente mi campo de interacción.. a uno o a dos … (bueno, hubo momentos, en que también fueron a tres, pero eso es otra historia)…

Con estas premisas, desde los 30 hasta los 40 años, quizás fue el período más introspectivo de mi vida…
Cualquier actividad o asunto, por pequeño e intrascendente que fuera, era una buena excusa para iniciar un reflexivo viaje a mis profundidades, en busca de mi yo. Cuando estos viajes introspectivos eran a dos (o a tres), empezaban bien (revolcones incluidos para la relajación y la prevención de estrés), pero solían acabar en recurrentes dolores de cabeza…

Aún así, esta práctica acumulada a través de los años, me proporcionó abundante información sobre mí… y sobre los múltiples recursos para acceder al autoconocimiento de uno mismo… Bueno, !eso es lo que yo creía en aquellos años!… En realidad, según me acercaba al final de aquella etapa, fui descubriendo algo importante: ! No es nada recomendable, perder una perspectiva de conjunto !…
Y es que, mirarse sólo hacia uno y hacia dentro… suele conducir a graves errores de bulto… suele llevar a análisis y conclusiones viciadas por la propia subjetividad y las pequeñas o grandes manías personales !…
Llegué, por tanto, a la sencilla deducción de que, acercándome a los 40 años… mi conocimiento sobre mí mismo era, prácticamente, el mismo que tenía en mi adolescencia.

Pero como soy un poco cabezón, decidí no tirar la toalla y replantearme el asunto… Quizás no fue buena decisión ni tanta “apertura desmanteladora”, ni tanta “introspección cegata y miopera”… Quizás lo correcto era encontrar un lógico equilibrio entre ambas opciones tan bruscamente opuestas..

Empezaba así un década, desde mis 40 a mis 50 años, mucho más equilibrada. Durante esos años, recuperé bastantes perspectivas ya olvidadas, fundamentalmente, aquellas que siempre nos proporcionan los demás… Y desde ellas, procuraba mirarme y descubrirme a mí mismo… eso sí, sin estridencias, ni grandes prisas, ni excesivas pretensiones… Utilicé cuanto había aprendido las dos décadas anteriores, y, probablemente, durante ese período aprendí a convertirme en escuchador y contemplador activo, capaz, llegado el caso, de implicarme de manera profunda y selectiva con algunas realidades muy concretas y cercanas…

Pero esas implicaciones profundas, por cercanas, fueron convirtiéndose en propias, aún siendo ajenas… y mi mirada acabó confundiéndose con las suyas… y al mirar y mirarme sólo pude ver y verme desde la mirada del otro… y esa mirada ajena es tan subjetiva y personal como la propia… tan viciada de pequeñas y grandes manías como la de uno mismo…
De manera que al pasar ya los 50 años, he de seguir reconociendo y afirmando que mi conocimiento de mí mismo es, fundamentalmente, el mismo que tenía a los 40… el mismo que tenía a los 30… el mismo que a los 15… el mismo, prácticamente, que en mi adolescencia…

Quizás, por ello, cuando por alguna circunstancia, me plantean o tengo que plantearme si conozco a los demás… siempre he de responder y responderme lo mismo:
“!cómo voy a pretender conocer a los demás, si apenas me conozco a mí mismo!”…

No quiero decir con todo ello, que no tenga capacidad para conocer algunos matices, algunos aspectos, algunos reflejos, algunos retazos del otro… sobre todo aquellos que, de una u otro forma, me son brindados por ellos mismos… en esto, hasta podría pasar por experimentado… por la sencilla razón de que es lo único que, en 50 años, apenas conseguí conocer de mí mismo… pero eso no creo que sea conocer al otro… tampoco creo que sea conocerse a uno mismo… o sí, quien sabe…
...!quizás sea, esa, la única forma con que podemos llegar a soñar en conocernos!... 

martes, 24 de enero de 2012

PURITANISMOS

Las enciclopedias definen el puritanismo como conjunto de pensamientos, actitudes y comportamientos reaccionarios, extremos, estrictos y rigurosos respecto a cualquier aspecto o variable susceptible de ser contemplada y abordada desde la diversidad, y por tanto susceptible a su modificación y transformación…

El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte fundamental de la intransigencia, el rechazo y la negación de los matices y las diferencias enriquecedoras…
El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte básico de cualquier visión única, totalitaria e impositiva de la realidad, la sociedad y los individuos…
El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte esencial de control, restricción y represión de las libertades (las de todos y las de cada uno)… y de cualquier avance que pueda poner en cuestión la realidad establecida y heredada (y el consiguiente estado de privilegios y poderes existentes)…

Este puritanismo siempre ha estado (y sigue estando) presente en nuestras sociedades, a través de múltiples y variados recursos... La moral colectiva o las diferentes formas de organizar y normalizar las creencias individuales (religiones), son un buen ejemplo de ello…
Dentro de estas últimas, por su extensión en el tiempo y el espacio, sin duda habría que destacar el puritanismo de origen católico, que durante siglos ha sido (y sigue siendo) un ejemplar representante del más radical de los puritanismos existentes…
Y dentro de este puritanismo católico (como parte o como consecuencia del mismo), habría que destacar el puritanismo de origen protestante, surgido en Inglaterra, en el siglo XVI, que, además de aportar el origen del término “puritanismo”, iba a consolidarse y extenderse (a través del imperio colonial anglosajón), llegando a formar parte esencial de la creación y desarrollo de una de las grandes potencias mundiales y actuales: los EEUU de Norteamérica…


Durante la última década, internet se ha ido consolidando como una nueva, firme y enriquecedora alternativa en múltiples aspectos esenciales y básicos para cualquier grupo social y para los individuos que los integramos… Aspectos como la comunicación, la información, el intercambio, la cultura, el conocimiento, la opinión o las innumerables iniciativas individuales y colectivas…

La característica que mejor podría definir y englobar esta alternativa, quizás sería la democratización posibilitada por este medio, en todos y cada uno de esos aspectos básicos… Esta democratización supone, evidentemente, un serio conflicto y una amenaza para todos aquellos poderes e intereses actualmente consolidados y establecidos… y por supuesto, y con mayor motivo, para todas las corrientes puritanas que actúan como soporte y defensas de los mismos…

No es extraño, por tanto, que, desde un principio, gobiernos e intereses (de todo tipo) hayan pretendido establecer e imponer su control sobre este medio (y sobre sus usuarios)… Hasta ahora, los gobiernos más o menos totalitarios lo han tenido relativamente fácil, bloqueando o limitando, en sus territorios, el acceso a dicho medio… Hasta ahora, los gobiernos más o menos democráticos lo han tenido mucho más complicado, porque si bien lo han intentado, se han encontrado con importantes dificultades, técnicas y jurídicas, para llevar a la práctica sus propósitos…

Es en este conflictivo escenario de enfrentamiento de intereses donde habría que situar la relevante y más que preocupante irrupción del todopoderoso puritanismo norteamericano… sabedor de poder contar con medios técnicos a su alcance, con una amplia experiencia en poner la legislación al servicio de sus intereses (o a ignorarla si fuera necesario), y acostumbrado a imponer, liderar y rentabilizar todo tipo de cruzadas (incluso más allá de sus fronteras), este puritanismo norteamericano parece claramente decidido a imponer su control y sus restricciones en esta prometedora y globalizada alternativa que supone internet…


En efecto, con la utilización justificadora de la protección de los derechos de autor, EEUU estudia la aprobación de una nueva ley, la S.O.P.A. (Stop Online Piracy Act), que abre las puertas (al gobierno y a los agentes privados) para intervenir y controlar los contenidos y las actividades en internet, dentro de su territorio… Tal y como funciona, actualmente, internet, dicha intervención afectará no sólo a los usuarios de su territorio, sino a todos los usuarios, estemos donde estemos…

La aprobación de dicha ley también supondrá la legitimación internacional para que otros países se sumen a dicha cruzada, ampliando sus propios intentos de control y restricción de este medio… y quienes no lo hagan por gusto, con toda seguridad se verán presionados a hacerlo por imposición (como ha sucedido en tantas ocasiones)…

Dicha ley supondrá, de hecho, que todos los usuarios pasemos a ser considerados sospechosos de cometer actos delictivos… y una inmensa mayoría, directamente cómplices y delincuentes, y por tanto susceptibles de cualquier investigación, persecución y penalización…

Incluso antes de su aprobación (seguramente para publicitarla y legitimarla), el gobierno norteamericano, a través del FBI, ya ha dado un claro y serio aviso de sus evidentes intenciones, interviniendo y cerrando uno de los principales sitios de intercambio de la red, Megaupload, afectando, amenazando y criminalizando a los millones de usuarios, de todo el mundo, que utilizaban dicho servicio…


Personalmente, lamento que los autores (en general), para defender sus derechos, se estén prestando (a través de sus múltiples sociedades y compañías comerciales) a ser utilizados como excusa para lanzar y legitimar esta cruzada contra las libertades de todos, en este medio de internet… Y mientras persistan en esta complicidad, utilizaré mis derechos, como ciudadano y consumidor, para no apoyar sus reivindicaciones, y procurar no adquirir sus productos protegidos por estas leyes represoras y reaccionarias…

Personalmente, siempre he estado en contra de estos puritanismos totalitarios, a los que considero una de las mayores amenazas para el progreso, el desarrollo igualitario y las libertades, tanto individuales como colectivas… Y como ciudadano y usuario de este medio, utilizaré cuantos recursos estén a mi alcance para condenarlos y expresar mi rechazo a que, una vez más, traten de conseguir sus nefastos objetivos…

viernes, 13 de enero de 2012

CRECIMIENTOS

Las pasadas fiestas navideñas suelen ser un tiempo propicio para los múltiples encuentros familiares… Como mi familia es relativamente pequeña, hemos coincidido, prácticamente todos y en varias ocasiones, a lo largo de estos numerosos días festivos…

En una de estas últimas ocasiones, observé que una de mis sobrinas nietas (de unos poquitos años de edad), en apenas una semana, había crecido de forma más que evidente y hasta sorprendente…
Al comentarlo con sus papás me dijeron que era normal, ya que había pasado por uno de esos procesos infecciosos tan frecuentes en los críos (y más aún en esta época de invierno)…

Recordé aquel axioma popular que pone de manifiesto la relación entre estos procesos infecciosos (ataques a nuestro organismo) y sus consiguientes procesos febriles (defensas de nuestro organismo), con posibles crecimientos acelerados y casi repentinos (sobre todo a edades tempranas de nuestra vida)…
Pero como mis conocimientos en medicina son mucho menos que escasos, me surgió la duda de si es el proceso infeccioso el que da lugar a dicho crecimiento o si es dicho crecimiento (por gasto acelerado de recursos) el que propicia la predisposición a sufrir cualquier ataque a nuestro organismo…
Afortunadamente los papás de mi sobrina son médicos, así que me resolvieron mis dudas, explicándome que el proceso infeccioso genera toda una serie de mecanismos de defensa… y entre dichos mecanismos, un tipo de sustancias que son las causantes de que pueda producirse este crecimiento tan llamativo e inesperado…

Pero una vez resuelta esta duda médica y fisiológica (y como consecuencia de la misma), me surgieron un par de dudas más, para las cuales aún no creo haber encontrado una respuesta clara…
Los individuos y los múltiples grupos sociales (de los que formamos parte), no sólo crecemos (nos estancamos o menguamos) físicamente (en cantidad o número)… también lo hacemos desde otros muchos puntos de vista (emotivos, afectivos, intelectuales, estéticos, éticos, morales)…

Mi primera duda es si, a todo ese conjunto de posibles crecimientos, podría aplicárseles los mismos o similares criterios que se aplican a esos crecimientos físicos, manifiestos y acelerados… Dicho de otra manera ¿crecemos más a partir y como consecuencia de situaciones adversas, dificultades o crisis más o menos traumáticas?...

Es cierto que, en nuestra experiencia individual y colectiva, existen numerosas evidencias de estos crecimientos derivados de las múltiples adversidades encontradas a nuestro paso… Pero también existen innumerables evidencias de todo lo contrario, nefastas consecuencias, retrocesos, pérdidas y víctimas (de todo tipo), ocasionadas por esas mismas adversidades…


Desconozco si existen estadísticas fiables sobre ambas circunstancias opuestas y contradictorias… pero aunque las hubiera (y fueran cuales fueran sus resultados), he de decir que, a mí, personalmente, no me gusta ni me convence esta especie de condena a crecer “en contra de”, “a pesar de” o “en lucha con”… No es porque no crea que sea posible (y a veces, hasta inevitable), sino porque me niego a aceptar como “adecuados y convenientes”, los elevados riesgos y costes que siempre conlleva esta concepción de la vida, en el fondo, tan apocalíptica y de pura (y dura) supervivencia…

Y mi segunda duda es una lógica consecuencia de la primera: ¿por qué parece que confiamos, esperamos y hasta celebramos, tanto, esta forma de crecer “gracias” a las adversidades, y a pesar de ser plenamente conscientes de sus riesgos y sus costes?... ¿No será que confiamos poco en esa otra posible forma de crecer a partir y “gracias” a circunstancias propicias, positivas, motivadoras y alentadoras?...

Porque yo entiendo y comparto que se haga una valoración especial y añadida de quien protagoniza un determinado crecimiento a partir de unas circunstancias adversas e inevitables… pero lo que no comparto ni entiendo es que se pongan en valor, precisamente, esas condiciones adversas, como condición esencial de dicho crecimiento…

Los diferentes sistemas educativos pueden ser un buen ejemplo de ambas formas de entender el crecimiento de los individuos… La mayor parte de mi educación transcurrió en un sistema bastante alejado de los viejos castigos, las amenazas o las insoportables cargas y obligaciones… y aún así pude encontrar numerosas motivaciones (propias y ajenas) para interesarme por el crecimiento (el propio y el ajeno) … no creo que fuera sólo una cuestión de suerte… Ahora escucho, cada día más, que hay que volver a recuperar aquellas viejas técnicas y recursos desechados del “palo y la zanahoria” o “la letra, con sangre entra” … es decir, aprender y crecer a costa y en contra de lo que sea (incluso del propio protagonista de dicho crecimiento)…

Y lo mismo podría decirse de otros muchos aspectos, como la actual situación de crisis económica y mundial… Todo cuanto de positivo y alentador construimos durante décadas para potenciar un mayor, solidario y enriquecedor crecimiento, ahora se nos quiere vender como una amenaza y un peligro… para retornar a las más duras y adversas condiciones posibles, como única y celebrada forma de un determinado crecimiento "milagroso" (el de unos pocos, a costa de otros muchos)…


A mi edad, no espero ya crecer en muchas cosas… si acaso, y por aquello de las inevitables leyes de la naturaleza, más bien espero lo contrario, es decir, ir menguando… Por ello, me interesa poco esta apuesta por retornar a las nuevas/viejas formas de crecer a base de restricciones y palos… (ni mi cuerpo ni mi espíritu están ya para semejantes trotes)…

No aposté por esa forma de crecimiento (propio o ajeno) ni cuando era mucho más joven… mucho menos voy a hacerlo ahora, cuando poco puede afectarme…
Seguiré apostando, como siempre hice, por el crecimiento que puede surgir de la confianza, la estabilidad, el bienestar, la comprensión, el diálogo o la reciprocidad…
Y como hice siempre, seguiré lamentando y denunciando el elevado coste y las numerosas víctimas de esta ancestral tendencia sadomasoquista y antropófaga que, con frecuencia, parece caracterizarnos como especie…